Anoche me quedé viendo la magnifica tele en el magnífico sofá hasta las 2 am, un programa que se llama “cazadores de nazis” sobre la GMII. Muy bueno. Me quedé dormido en el sofá hasta que José Antonio me despertó a las 5 am. Entonces me fui a la cama y dormí hasta las 10 am. Me hacía mucha falta.
Desayuné un plátano y mis cereales con el yogur que me hice con la leche cortada de Noruega. ¡Si, jajaja, me traje leche cortada desde allí! Me organicé un poco y salí de casa. Tuve que limpiar de nieve los cristales del coche, pero estaba suelta y esponjosa, nada que ver con el duro hielo que tenía en Noruega. La quité en un segundo con un cepillo que me dejaron estratégicamente colocado por fuera del coche para que lo viera. Gracias.
Conduje una hora hasta Norrköping para ver a Braulio, dueño del apartamento donde me quedé en Noruega. Aparqué al lado de su casa sobre las 12:20, y estuve como 5 minutos hasta que el parquímetro al aire libre aceptara la tarjeta de débito para pagar 1 hora de parking por 20 coronas suecas SEK (2,4 €).
Braulio me atendió muy bien. Le entregué las llaves del apartamento y el correo que había en el buzón. Hablamos sobre Noruega, y me dio bastantes consejos útiles para moverme con el papeleo una vez tenga trabajo. También estuvimos hablando de España. Una de las cosas que me dijo es que un buen primer paso sería tratar de conseguir trabajo que se necesitara baja cualificación, de peón u operario, en una empresa del sector de biología o relacionado con medio ambiente, como una piscifactoría o empresa de extracción de recursos naturales, como una maderera. Me serviría para empezar a trabajar, el trabajo es duro pero se gana bien (sobre unos 500000 NOK/año (nok: coronas suecas, unos 4000 € mes después de impuestos). Y después de ahí, ya con la experiencia, en un par de años que tratara de subir en la misma empresa o en otra del mismo sector. También me dijo que a medio plazo me convenía dar el salto a un empleo estatal, porque en los empleos estatales se cotiza doble y cuando me jubile tendría dos pensiones. Me enseñó la suya, que trabajó menos de 20 años de camarero y de operario en una empresa de fabricación y distribución de materiales metálicos, y en total cobra casi 14000 nok mensuales (unos 1900 €). Claro que todo es más caro aquí, pero él está muy satisfecho. Entre su pensión y la de su mujer viven bien. Sólo lamenta no haberse venido 10 años antes de su país (es chileno, y trabajó en España por un tiempo). Otro tema que me comentó es que entre Suecia y Noruega que valía mucho más la pena Noruega. La gente es un poco más brusca y seria de entrada, pero las condiciones laborales son mejores y se cumple mucho las normas. Que son muy estrictos con el papeleo, y que me recomienda que siempre esté preguntando por cómo hacer las cosas, porque los noruegos les cuesta abrir la boca y que me pudo perder muchas ventajas fiscales, sobre todo porque tengo hijos. Tanto él como Verónica me han comentado que en Suecia hay demasiada economía sumergida y trabajo en negro, principalmente explotando a inmigrantes. Y José Antonio me comentó que la mayoría de los empleos más esclavos por horario (hostelería, etc.) en Suecia los dueños y trabajadores suelen ser inmigrantes. Mi intención no es estar 20 años en Noruega para cobrar una buena pensión, sino lograr tener a corto plazo unos ingresos lo suficientemente altos para arreglar mi situación económica ahora en España, pagando el precio de estar lejos de los que quiero. Cobrar para meter dinero en España. Una vez arreglado el problema regresaría.
Me despedí de Braulio y cogí el coche de nuevo. Me hubiera gustado hoy ir al museo de aviación, pero ya era la 1:30 pm y tenía el tiempo justo, además de que está a 30 minutos de camino, en Linköping. La opción B era ir a una tienda Rusta para echarle un vistazo. En 10 minutos estuve allí, podía haber estado en 5 pero me cogió una calle en obras con un tractor y tuve que esperar. Es curioso como los obreros trabajan en la calle a tan baja temperatura. Estaban echando algo en la carretera para quitar la nieve y poder trabajar. En el camino pasé por delante de un teatro/cine que ponía “la Familia Adams”. No sé si era un cine o un teatro, y en la fachada ponía la frase “förkunna seklers Glädje” (proclamad siglos de alegría), lo cual tampoco me ayuda mucho a saber que es. Seguí hacia la tienda Rusta de Norrköping, que está en un polígono con el resto de centros comerciales. Aparqué y entré. Es una tienda de precios bajos, y tiene de todo. Eché un vistazo a lo de Navidad, y me gustaron los manteles, pero ni mi economía ni el sobrepeso en la maleta me permiten ni comprarlos ni llevarlos. Otra vez será.
Salí de la tienda Rusta dirección hacia la casa de José Antonio y Verónica, en Ljusfallshammar, a 1 hora de camino. Paré en Finspȧng en una gasolinera para dejarles el coche con el tanque lleno. Pero no pude. Aunque tenía 78 € en la cuenta ningún datáfono me dejó poner gasolina, decía como que no tenía saldo en la tarjeta. A lo mejor es que hay que tener más dinero en cuenta para poner gasolina. No lo sé. En Noruega con 7 € en la cuenta hice una compra de 6 €, y el datáfono aceptó la tarjeta. Después de intentarlo varias veces y con varias tarjetas, tanto dentro como en los surtidores, desistí de poner gasolina.
Conduje hasta la casa, una delicia. El último atardecer de las 3 de la tarde que vería en muchos meses me acompañó, junto con varias canciones, entre ellas la de Terminator. Conducir por última vez en Suecia. ¡Son los paisajes tan espectaculares, todo nevado! Me gustaría poder detener el tiempo y el coche en cada rincón para sacar miles de fotos, cada una de ellas una verdadera postal de navidad. Me sigue asombrando que aquí el carril izquierdo sea el menos usado, y por lo tanto el que más nieve tiene. Yo sólo me atrevía a adelantar por ese carril justo a la salida de una población, que es cuando está más limpio. Justo al contrario que en Tenerife, donde el carril derecho es el que más baches tiene, y por eso trato siempre de ir por el izquierdo. Y que decir de los camiones, no he visto tantos en esta ruta como cuando me fui a Noruega, pero me siguen impresionando. Son grandes, a veces dobles, y cuando pasan hacen vibrar el coche y te llenan de nieve del suelo. También tuve la suerte de que nevara mientras conducía, lo que añadió más belleza. Los caballos con mantas, las casas adornadas con luces, las balas de restos vegetales, los árboles recubiertos de nieve, los campos de cultivo entre los bosques, todo es impresionante.
Aparqué y traté de abrir la puerta que yo mismo había cerrado por la mañana. La llave la dejé donde ellos la dejan escondida siempre, por si venían antes que yo. Todavía no me acostumbro a esta cerradura, que no hace falta darle una vuelta a la llave, que basta con girarla un poco, es como si se trabara, pero realmente está abriendo o cerrando. Son casi las 4 pm. ¡Los perros casi me tiran de la emoción! ¡Que sí, que sí, que ahora salimos a dar un paseo, pero esperen un poco, que tengo que comer algo! Todavía tengo pasta de la que me hice para venir de Noruega, con sus bolitas de pimienta. La caliento al microondas y desaparece junto a un vaso de leche. Es increíble eso de tener nevera, que la abres y hay leche fresca. Y que decir del baño dentro de la casa, con ducha y váter individual. Qué lujo, jajajaja.
Le puse los pañuelos refractantes a los perros y sus correas, y salimos a dar una vuelta. Bueno, en realidad pareció más que ellos me sacaron a mí. Dimos la vuelta completa al pueblo por la calle principal, totalmente nevada y sin tráfico. Las casas son de cuento, todas iluminadas (ya era de noche aunque eran las 4:20 pm), y sin cortinas, algo que me sigue sorprendiendo. En muchas ventanas un candelabro de madera con velas de navidad. La perra blanca le encanta jugar con la nieve, y se tira encima de cada montón. La tengo que sujetar más, mientras que la perra negra es más tranquila, pero cuando dice por aquí no, hay que tirar de ella. Estoy como 20 minutos a – 8º C paseándolas. Lo disfruté mucho la verdad. Justo cuando llegaba a casa llegaba también José Antonio de trabajar. Entramos en la casa. Él se puso a jugar a la Play, y yo a empezar a hacer la maleta.
En un rato llegó Verónica. Me ayudó en lo que le pedí y también me preparó una pasta para comer en el aeropuerto. Me duché, hice la maleta (y misteriosamente cupo todo, otra cosa es que no tenga sobrepeso, ya lo veremos). Al rato llegaron los dos hijos. Comí arroz con pollo y una salsa especial de Verónica buenísima. Cuando ya tuve todo listo, me despedí de los hijos y José Antonio y Verónica me llevaron a Norrköping, casi una hora de trayecto. Me dio realmente pena dejar esa casa, me siento tan cómodo y es tan confortable. Son unos amigos estupendos. Soy totalmente consciente que sin ellos este viaje no habría salido ni la mitad de bien.
Me dejaron a las 7:30 pm en la sala de espera de la estación de guaguas, no sin antes haber comprobado donde tenía que estar para coger mi guagua hasta el aeropuerto de Arlanda. A las 8 pm cerraron la sala de espera. Eso es algo que no comprendo en estos dos países. Con el frío que hace en la calle, y cierran las salas de espera de los transportes, me pasó en Noruega con el ferry y ahora aquí en Suecia. Menos mal que mi guagua tenía horario de salida a las 8:15 pm, si no me muero ahí fuera, a – 10ºC. Me encontré con un aparcamiento de bicicletas completamente congelada, y no me pude resistir a sacar un par de fotos. Llegué a la marquesina, y ya había gente esperando. Amablemente un señor me indicó que la guagua llevaba un retraso de 10 min. Al momento apareció la que iba a ser la chófer por lo que ya estaba seguro de que estaba en el lugar correcto. Me dediqué a sacar fotos de los árboles caducos, uno con una casa para pájaros. Los demás me miraban como si estuviera loco. Pero es que me sorprende cada detalle visual de aquí y no puedo evitar sacar fotos.
La guagua llegó y después de poner el equipaje me subí. Por cierto, no hace falta billete impreso. Cuando uno lo compra por Internet tiene que poner un nº de teléfono, y al confirmar la compra se recibe un SMS. Ese mensaje, en tu móvil, es el que enseñas cuando subes a la guagua, y ya está. ¡Que maravilla de guagua! Fueron 3 horas de trayecto, pero tenía bandeja para el portátil, enchufe, wifi gratis, y luz individual con la que veía el teclado. Se me pasaron las horas volando, en lo que escribí, subí fotos y chatee un rato. Incluso hablé por el Skype. Pasamos por Estocolmo, y pude ver de nuevo la capital de Suecia. Curioso, al inicio y al final del viaje pasé por esta ciudad. Aproveché y me comí los dos sándwiches que había preparado.
A las 11:30 pm estaba ya dentro del aeropuerto de Arlanda. Cogí un carrito y me dediqué a recorrerlo, aunque en el Hall de Salidas no había nadie. Una vez localizados los ascensores, el mostrador donde tengo que facturar y los baños, elementos que es imprescindible conocer su ubicación, me fui a la zona de cafetería. Pasé por un cajero y saqué 300 sek (unos 36 €, lo mínimo que se podía sacar) Curioso que ahora si pude sacar dinero con la misma tarjeta que me negó la gasolina por la mañana. Allí busqué una mesa con un enchufe al lado, y antes de sacar nada, me fui al Max y me compré un menú. Un estupenda hamburguesa con su refresco y papas, que me costó 79 sek (9,48 €). También me compré una manzana y un plátano por 13 sek (1,56 €). Estuve chateando con Chelo un rato, y escribiendo este blog. En el aeropuerto hay 3 horas de Internet gratis, pero te mandan un código al teléfono. Yo tuve que pedir dos, uno con mi móvil español para tener Internet en el móvil, y otro con mi móvil noruego para el portátil. A partir de esas 3 horas gratis hay que pagar. Pagué sólo una hora, porque quería subir y descargarme demasiados archivos para la velocidad de mi pincho noruego. En esa hora sólo subí y bajé archivos. Después instalé mi pincho noruego (ese que llevo usando desde hace dos semanas con 500 nok) y seguí trabajando. Mientras hacía esto vi una situación muy extraña: dos iraníes/iraquíes se ponen a hablar con una americano al lado mío, porque los tres necesitábamos un multienchufe para los ordenadores. Terminan hablando de la nacionalidad y los pasaportes, y el americano le termina enseñando el pasaporte y ellos lo cogen y se sacan fotos con él y lo tienen en la mano un rato. Después hablan un poco más, le devuelven el pasaporte y se van. Yo tenía puesto los cascos pero no estaba escuchando música, sino a ellos, y no me gustó nada. Los americanos de amables son demasiado confiados.
Entre el trabajo y el americano me dieron las 6 am sin haberme levantado. Recogí mis cosas y me fui al baño. Después de afeitarme y acicalarme un poco subí al hall de salidas. Impresionante la gente que había por la mañana, ¡Pero si a las 12 de la noche no había nadie!. Que pena no haberle sacado una foto vacío. Facturé sin problemas. Como todo lo pesado lo había puesto en la mochila de mano, la maleta solo pesó 13Kg, dos menos que a la venida a Suecia. Después pasé seguridad, y me encontraron un botellín de agua que ni recodaba que llevaba, menos mal, me quitaron 500 gr. de peso. Pasé (porque no te queda otra) por delante de muchas tiendas, pero no me paré en ninguna. Fui directamente a la oficina de cambio Forex, donde cambié las 200 sek (coronas suecas) que me sobraban del cajero, y el cambio me salió bien, a 9,08 sek por euro (22 € me dieron) y también cambié 800 nok (coronas noruegas) y me dieron 98 €, y este cambio no me salió tan a cuenta porque se cobraron la comisión de las dos transacciones, un total de unos 12 €.
Mi siguiente destino fue la Oficina de impuestos (Tax Free Office), donde fui a declarar las compras que hice en la tienda de suvenires el último día que estuve en Noruega. Me dijeron que antes de pasar seguridad tenía que haber ido con lo que había comprado y enseñarlo en la oficina que tienen por fuera, y que después en esta interna presentar los papeles para cobrar. Yo le dije que era imposible porque ya había facturado las compras. Y bueno, o le caí simpático o lo que fuera pero me dijo que lo dejaba pasar y tras rellenar unos papeles muy rápidos me devolvieron 45 nok (6,3 €) en mi tarjeta de débito. La verdad que el trámite me resultó muy sencillo.
Esperé hasta la hora de embarque trabajando con el ordenador de nuevo, y desayunando la fruta que compré antes. Me fui directamente a buscar la puerta 7, donde era el embarque para el vuelo con destino Tenerife Sur. El pasaje me salió 499 sek (unos 59 €) ida y vuelta, sí, he dicho bien, desde Estocolmo a Tenerife Sur ida y vuelta por 59 € ¡Y ahora mira los precios de Binter entre islas a ver si te parecen baratos! Bueno, como era ida y vuelta, tenía que pagar comida ida y vuelta, lo que me salía unos 20 €, y no la pagué. Pero gracias a Verónica me llevé una estupenda pasta con pollo y salsa especial (que no me quiso decir que lleva), pero que está buenísima.
No voy a usar la vuelta, aunque la tengo pagada, porque sólo podía sacarse con un máximo de dos semanas desde la ida, y la tengo para el 25 de diciembre. Cuando vuelva a Suecia/Noruega sacaré un nuevo billete.
Subí al avión, un Airbus A-330, bastante grande y cómodo, con 8 filas de asientos, repartidas en 2 en un lateral, 4 centrales y otras dos laterales. Mi asiento fue el 33-A, en un lateral, y cual fue mi sorpresa que me tocó una rubia sueca al lado. Pero que quieras que te diga, estas nórdicas son unas aburridas. Entre lo seca que era y el sueño que tenía yo, sin dormir la noche anterior tirado en el aeropuerto, de las 6 horas de vuelo me pasé 5 horas durmiendo, despertándome a cortos intervalos. Cuando me medio despertaba trataba de abrir una botella de agua que había comprado con 20 sek, pero no podía, no tenía fuerza en las manos porque estaba medio dormido, así que seguía durmiendo. Así me pasé las 5 horas. Sólo cuando puede abrirla me fui despertando, ya a media hora de aterrizar.
Llegué a Tenerife Sur, y mi maleta fue la penúltima en salir, ya cuando todo el mundo se había ido. Llegar a casa fue una alegría, pero con demasiadas preocupaciones en la cabeza.
El futuro está por venir. No sé como será, pero por lo menos tengo la satisfacción de hacer algo por tratar de crearlo. Y así terminó mi viaje a Noruega/Suecia, que no mi búsqueda de trabajo en Noruega. Desde Tenerife tengo mucho que hacer para lograr mi objetivo de tener un futuro laboral. Mi labor de sembrar in situ está cumplida, pero tengo planes de volver a finales de febrero de 2013, después de haber disfrutado de los niños en carnavales, y permanecer hasta mayo. Pero esa será otra aventura…
Me falta poner un Epílogo con sus conclusiones sobre este viaje, lo subiré en unos días. Gracias por haber leído este blog sobre mi viaje de búsqueda de trabajo en Noruega.
VÍDEO: MATIAS FONTE-PADILLA. Conduciendo nevando desde Ljusfallshammar hacia Norrköping por la mañana. 10/dic/2012 http://youtu.be/I2nep1j5Bv8
VÍDEO: MATIAS FONTE-PADILLA. Conduciendo por Suecia hacia Ljusfallshammar con Terminator por la tarde. 10 diciembre 2012 http://youtu.be/jJNt0ZTfOU4
VÍDEO. MATIAS FONTE-PADILLA. Paseando a los perros por Ljusfallshammar, Suecia http://youtu.be/QEcvOVooQ5U
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Limpiando los cristales del coche de nieve por la mañana
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Caballos con sus mantas
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Aquí también hay semáforos, aunque muy pocos en las calles que atraviesan las poblaciones.
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De vez en cuando te cruzas con maquinaria enorme, agrícola o de obra
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En el centro de Nörrkoping pasa el tranvía
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Muchos coches tienen las matrículas cubiertas de nieve y no se pueden leer ¡Si estuviera aquí la Guardia Civil se ponía las botas!
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Si aparcas y dejas tu coche varios días sin moverlo y nieva, y encima el quitanieves al limpiar la calle la aparta hacia los lados, tu coche queda literalmente enterrado.
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El cine/teatro con La Familia Adams
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Obreros arreglando un cruce de carretera
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Retroexcavadora
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Atardecer a las 3 pm
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A la entrada de vías rápidas varias señales advierten que no pueden entrar personas, bicicletas ni ciclomotores
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En el interior de Rusta
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Parada de guaguas nevando. ¡Cómo para tener que esperar mucho tiempo!
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Camión doble
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Ahí viene el camión…
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Camión doble pasando a toda velocidad a tu lado.
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Casita en el pueblo
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Adosados en Finspȧng.
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Saco a pasear a los perros o ellos me sacan a mí
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Esta lancha no se moverá hasta… que deshiele
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Parque de bicicletas congeladas en Norrköping
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Árboles en Norrköping
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Coche en un aparcamiento en Norrköping. Aquí es fácil saber si ha salido un coche o no
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Árboles en Norrköping
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Árbol con banco en Norrköping
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Durente 3:30 horas en la guagua, y ni me entré, iba muy cómodo
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Cabina para fumadores en el Aeropuerto de Arlanda… ¡pobrecitossss!
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Interior del A330 desde mi sitio
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De regreso a casa, con un sueño de muerte y sin nadie con quién hablar
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Aeropuerto de Tenerife Sur. Este viaje ha terminado….